Mi segundo día en Tarapoto fue un poco más relajado y de contacto con la naturaleza. El destino fue la Laguna Azul, espejo de agua  rodeado de montañas verdes y aves. ¡Un verdadero lujo a la vista! Y el camino para llegar, ¡aventura total! Cruzamos una especie de "puente acuático" muy divertido -no quiero darles más detalles para que quienes no han ido se animen- por eso repito: ¡qué lindo es el Perú! Los paisajes, la gente, la comida... uf! Veo estas fotos y pienso: ¿cuál será mi próximo destino? 

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