Siempre me gustaron los libros, la tipografía, el diseño de la tapa y aunque suene raro, su olor, ya sea nuevo o viejo. No recuerdo exactamente desde cuándo empezó esta obsesión, si bien puedo coleccionar zapatos o ropa, también colecciono libros. Tengo un baúl en mi cuarto lleno de ellos. Académicos o novelas. You name it. Reconozco que a mi repertorio de obras deben faltar numerosos ejemplares, pero soy optimista.

Cuando estaba en el colegio prefería leer en vez de escuchar las clases de matemática o química, me aburren los números y sus complejidades. Sumergirme en las desventuras de Armando en La dama de las Camelias, llorar con la muerte de Clara en La casa de los espíritus hasta querer ir a estudiar a Hogwarts con tal de conocer a Harry Potter. Todo eso y más. Leo todo lo que caiga en mis manos. Seriously.

Con esta breve introducción, quiero empezar una nueva sección en el blog, porque si bien habla de estilos, moda, cosas que me gustan y quiero compartir con ustedes; deseo también contarles sobre mis hábitos de lectura. No crean que esto es el inicio de una serie de posts dedicados a la crítica literaria. Para nada. Nunca tanto. Sólo quiero contarles cada cierto tiempo, qué libro tengo en mi mesa de noche y esto me servirá a mi para terminarlo más rápido. Porque el buen hábito que tenía de devorar libros en una semana, se convirtió en acabarlos en uno o dos meses. Mal muy mal.

Todas y todos deben haber visto Confessions of a Shopaholic. Una película para toda fashionista. Como la mayoría, me sentí identificada por el personaje principal, una oficinista frustrada por su trabajo actual y que calma su ansiedad y aburrimiento cada vez que puede con un shopping therapy que acaba en sentimiento de culpa y uno que otro enredo. Al final la película tiene un giro totalmente inverosímil y hasta ridículo. Aún así me animé a comprarlo y darle una ojeada, por ahí que practico el inglés pensé en ese momento. Felizmente, el argumento es otro. Malditos productores norteamericanos y sus deseos absurdos de cambiar todo por hacerlo más comercial.

Y ustedes, ¿qué libro están leyendo?