Hace mucho tiempo quería hacer este post y es que muchas veces me pregunto qué es lo que la gente realmente piensa de los blogs de moda. Recuerdo que hace tiempo estaba almorzando con unas amigas y de repente una de ellas me dice "Clarita (sí, ella es del grupo de amigas que me llama por mi primer nombre) ¿cómo es que has publicado esto en Facebook si estás sentada aquí conmigo?" Y yo pacientemente le expliqué lo que voy a contarles en las siguientes líneas. No quiero malograrles la magia, pero con casi ya diez años con un blog (y cinco desde que convertí este espacio en un blog que habla de ropa) creo que es momento de confesar algunas cosas que estoy segura muchas de ustedes quieren saber acerca de este maravilloso mundo.
Antes de empezar quiero aclarar que
un blog de moda es solo la categoría principal de lo que puede ser una página dedicada a estilo personal, street style o blog de moda periodística. Y este espacio rosado hacía lo primero hasta hace un tiempo,
como les conté al inicio de este año,
el diario de Pink Chick ha dejado de ser un blog de estilo personal. Quiero que la página se convierta en una plataforma online de moda y estilo de vida en donde encuentren contenido que va más allá de la moda y que sea de interés para todas las mujeres que buscamos mejorar nuestra vida y divertirnos al mismo tiempo. Me pareció prudente enfatizar este punto pues muchas veces hay confusiones respecto a lo que deben ser los blogs de moda y si bien hay muchas páginas para todos los gustos en el ciberespacio, sus autores merecen respeto por el trabajo que hacen. Sin embargo aquí lo que buscamos es esparcir buena onda, por eso solo encontrarán contenido que me gusta y es que de eso se tratan los blogs, de publicar y compartir gustos personales.
Pero bueno, me fui por la tangente. Sin más preámbulos, las dejo con las 18 cosas que todos quieren saber acerca de las fashion bloggers. Cuénteme si les gustaría saber algo más, con gusto les responderé.
Ahora sí, ¡empecemos!
1. Esas fabulosas fotos de nuestra comida en Instagram toman alrededor de 5 a 10 minutos si las personas que están comiendo con nosotras son lo suficientemente pacientes para esperar a que tengas la toma perfecta mientras sus platos se enfrían. A eso sumen unos minutos más de edición de la foto elegida en Picfx, Afterlight o Whitagram. Y sí, nos paramos de la mesa e incluso nos subimos en la silla, sin roche.
2. Lo primero que vemos en nuestro celular al despertar es Instagram (o bueno, ahora Snapchat) y luego nuestro mail.
3. Cuando nos vamos a una fiesta, de vacaciones, al centro comercial o incluso a un matrimonio, identificamos rápidamente quién será la persona encargada de tomarnos la foto del #ootd (outfit of the day) y si puede manejar nuestro teléfono y nuestro ángulo, la luz, el encuadre perfecto, etc... solo haremos unas cuantas tomas. Y con cuantas me refiero a diez o más.
4. Y hablando de viajes, este es un trabajo 24/7. No paramos, no descansamos, no comemos hasta tener la mejor foto y en consecuencia, no disfrutamos nuestro viaje hasta buscar el mejor sunset, paisaje o momento. Okey, exagero, obviamente vivimos al máximo nuestros paseos fuera de la ciudad, pero siempre pensando en qué compartir con nuestros lectores, ¡sin ustedes no seríamos nada! ¡En serio! ❤
5. Identificamos las mejores horas para publicar nuestro contenido en todas nuestras redes sociales. E incluso, para tener vida y despegarnos de la computadora, lo dejamos programado para que puedan verlo y seguir disfrutando de la página con contenido actualizado.
6. Cuando recibimos un regalo de alguna de nuestras marcas favoritas, pensamos en la forma más creativa y linda (obvio) de publicarlo en nuestras redes sociales. Y claro, el timing para esta publicación es importante.
7. Y sí, todas nos emocionamos cuando llega un regalo nuevo a nuestra casa u oficina. Todas.
8. Cuando nos llega un comentario mala onda o vemos que alguien escribe mal sobre nosotras en alguna red social, revisamos el perfil y vemos las fotos de quien lo escribió (Facebook, Twitter o Instagram) para entender por qué el mal karma. En pocas palabras, tomamos las cosas de quien vienen. Respiramos unos minutos y algunas, respondemos de buen humor. Si no les gustamos, no hay problema. Hay de todo en el ciberespacio y si no te gusta algo, no lo veas, pero si aún así quieren darnos visitas, ¡en buena hora! La falta de el respeto y el bullying no nos afecta de igual manera a todos.
9. La mayoría tiene al novio de turno como fotógrafo y si él no es fotógrafo y no queremos que siga ofendiéndose cuando le pedimos que tome la foto una y otra vez (no porque no nos guste su trabajo, si no porque no salimos bien o porque queremos más opciones para elegir) buscamos a uno profesional.
10. A todas nos resultó difícil explicar lo que hacíamos a nuestra familia y amigos. ¿Qué es un blog? ¿Te tomas fotos así? ¿Quieres ser modelo? Un blog es una plataforma online donde compartes tus opiniones sobre algún tema en particular. Sí, me tomo fotos así porque quiero compartir lo que me pongo con mis amigas cibernéticas. No, no quiero ser modelo pero a veces salgo en fotos para algunas marcas que creen y confían en mi trabajo. Esas charlas pueden ser un poco extrañas, al menos en mi caso porque soy muy tímida. Pero una vez que lo entienden, todos a tu alrededor compartirán tu página, te apoyarán al máximo y le dirán a todos que eres la mejor blogger del mundo. ¡No hay nada más lindo que el apoyo y cariño de tus amigos! Si hay alguno por aquí leyendo, ustedes saben quiénes son y por eso y más los quiero.
11.
Todas hemos empezado sin saber exactamente cuál era nuestro estilo y con el tiempo hemos definido quiénes somos y cómo queremos vestirnos, qué es lo que va mejor con nosotros y con qué nos identificamos. Es decir, todas tenemos un pasado mal vestido.
Todas las bloggers del mundo lo tienen.
12. Escribir un post puede tomarnos entre dos a cuatro horas mientras editamos fotos, redactamos, corregimos, nos distraemos con el celular, etc...
13. La mitad de cosas en nuestro guardarropa han sido usadas una o dos veces, o quizás nunca. Solo estamos buscando la ocasión perfecta para estrenarlas. De lo contrario acabará en alguna venta de nuestros clósets.
14. Todas pensamos que entrar a Zara, visitar Asos o Shopbop representa un grave riesgo a nuestras billeteras.
15. Algunas veces hemos comprado utilería para nuestras fotos en Instagram: selfie sticks, mason jars, macarons, flores, blueberries, cartulinas blancas... Lo mismo con la ropa, al menos en mi caso, todo lo que ven en mis outfit posts es mío.
16. No siempre andamos fabulosas por las calles, algunas preferimos estar sin maquillaje en la oficina y bloguear los domingos en pijama.
17. La mayoría empezó su blog como un pasatiempo sin saber lo que vendría en el camino. No por los regalos, esa es una leyenda urbana.
18. Cuando una lectora se acerca a nosotras en algún evento o simplemente en la calle, ¡nos emocionamos más que ellas! Y es que en verdad nos alegra conocer a todas esas lindas personas que se toman unos minutos de sus días para leer lo que con mucho entusiasmo escribimos. Agradecemos de todo corazón contar con un grupo hermoso de lectoras que compartan nuestros gustos y forma de ver este maravilloso y complejo mundo de la moda. Somos conscientes que no podemos gustarles a todos, cada persona se identifica con algo o busca cierta información y tener un grupo de lectores a los que les guste nuestra página y nos apoyen en lo que hacemos con su cariño es en verdad una de las cosas que más aprecio de este trabajo.