Tú piel transmite cómo te sientes: si estás cansada se ve pálida, si te sientes feliz, se ve brillante… pero muchas veces, los cuidados diarios que nos hacemos no pueden combatir el ritmo de vida que tenemos. A pesar que ando súper ocupada, trato de no descuidar mi piel, la limpio y humecto, pero a veces no es suficiente. Así que no se me ocurrió mejor idea que recurrir a los expertos de
One Blush, y lo que me hicieron fue increíble: un tratamiento de punta de diamante. ¿Diamante? Suena muy elegante… bueno así vas a terminar sintiéndote.
El tratamiento con punta de diamante renueva la capa superficial de la epidermis. El procedimiento consiste en limpiar profundamente el rostro, tonificar la piel para equilibrar el PH, realizar un pulido y finalmente colocar un
serum de colágeno o una mascarilla para restaurar la capa hidropílica (es el manto compuesto de aceite y agua que cubre tu piel, tu capa principal protección). Me sentí INCREÍBLE después de todo esto. Los beneficios los sientes al toque: por dentro, hay una renovación celular y la sangre circula mucho mejor. Por afuera tu piel se siente como la de un bebé, fresca y suave, y lo más importante ¡te equilibra la tonalidad de la piel! ¡Adiós a ser bicolor! En
One Blush te recomiendan hacerte el tratamiento cada 7 a 14 días si es que tu piel está deshidratada, tienes manchas en la cara y/o tienes los poros abiertos. En el caso que tengas un cutis normal, sólo es necesario 1 vez al mes.
A pesar que yo ya me hice el tratamiento, de lo bien que se sintió, volvería la próxima semana. Pero los chicos de
One Blush hicieron tan buen trabajo, que todavía me toca regresar el próximo mes. Ahora ya sabes qué hacer para engreír a tu piel y sentirte renovada, pero sobre todo, cuidarte.