Lo que hago cada vez que necesito un poco de relajación.

Ayer estaba conversando con un amigo, bueno en realidad era una entrevista que me estaba haciendo para un proyecto editorial y una reseña que pronto compartiré contigo en Facebook, y en medio de todo mi speech acerca de cómo nació el blog (la historia que a estas alturas ya debes saber de memoria); lo que predominaba era que cada vez que pasaba por cualquier situación adversa, esta página siempre ha un medio de escape.

Ahora, ¿qué era exactamente lo que me hacía venir acá y volcar mis emociones? La escritura. Aparentemente, cada vez que necesito relajarme, escribo. Y no me había dado cuenta de eso hasta el año pasado cuando por cosas del destino, los planetas se alinearon y me hicieron recordar que mi pasión desde pequeña, además de la ropa y las compras, era soltar palabras en papel o bueno, en este caso, en la computadora.

¿Puedes creer que había olvidado por completo que me encantaba escribir? Y eso que gran parte de mi trabajo involucra redactar y poner en orden mis ideas respecto a distintos temas. Quién lo diría. A veces una olvida sus raíces.

¿Por qué escribir ayuda a relajarme? Siento que me permite desconectarme de lo que sucede a mi alrededor y en cierta forma, me calma. Me conecto conmigo misma y eso hace que todo lo malo desaparezca. Es una especie de catarsis. No me preguntes por qué, pero he encontrado un artículo en Internet que lo explica muy bien.

El año pasado había olvidado cómo escribir. Imagínate. La era de las redes sociales y la rapidez de la comunicación hicieron que mis habilidades para la redacción se reduzcan a emojis y otros recursos que solo simplifican nuestras ideas, no digo que esté mal, pero de vez en cuando siempre es bueno explayarse más, ¿cierto?

Así que por eso decidí tomar cartas en el asunto. Me propuse leer más (mi papá dice que esto ayuda muchísimo a mejorar la redacción) y además, me inscribí en un taller. Fue la mejor decisión. Necesitaba aprender más técnicas así que busqué y encontré a Machucabotones (ojo, este artículo no es auspiciado). Obviamente no dudé en inscribirme y aquí entre nosotras, ¡aprendí mucho! Tanto así que me animé a continuar con un proyecto personal que espero vea la luz muy pronto.

Y bueno, esto era lo que quería contarte el día de hoy. Sé que esta nota no es algo común en el blog, pero como es viernes, quise relajarme un poco y como ya te dije, escribir me ayuda a hacerlo.

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Short: Emma Bellini