Si bien hace tiempo dejé de ser la chica que no podía quedarse un fin de semana en casa porque tenía que estar de fiesta, juerga, parranda, etc... hoy la sola idea de ir a una discoteca no solo me da sueño, sino además lo único que pienso es que no quiero amanecer al día siguiente con una terrible jaqueca producida por una incoherente y tóxica mezcla de alcohol. Sin embargo, a veces pienso life is too short, yolo... ¡VAMOS A BAILAR! (Soy un vaivén de ideas y decisiones, lo sé)
Y es precisamente en esos días en los que, luego de llamar a mis amigos y convencerlos de ir a algún lugar divertido pero con mucha onda, que tengo un gran dilema cuando voy corriendo hacia mi closet para ver qué me pongo pero sobre todo, qué zapatos usar. Si bien la idea de salir y divertirte implica verte linda por si te cruzas con algún galán, tu ex, esa amiga que no te cae pero a la que quieres opacar, o quien sea.. también tiene que ver con tu look y tus zapatos son parte de eso. Pero, ¿qué sucede cuando tienes que elegir entre tus zapatos favoritos y que te costaron un poco más de lo normal o que quizás compraste en rebaja pero que igual son lindos y esos zapatos marca no-me-costaron-tanto-pero-son-bonitos?
Después de un tiempo de fiestas y experiencia acumulada, puedo decir que mi opción casi siempre es la segunda. Y les explico por qué. Además de la resaca, otra de las consecuencias de la juerga es el olor a cigarro que queda impregnado no solo en nuestra ropa si no además en nuestro cabello, y la ducha no lo quitará hasta por lo menos el martes. Bueno, dependiendo qué tan bravo haya sido tu sábado. Pero quizás lo más deprimente para nosotras las mujeres es ver que nuestros zapatos hayan quedado destrozados, pisoteados y en algunos casos, con raspaduras que cualquier zapato marca no-me-costaron-tanto-pero-son-bonitos pueda tener porque bueno, no son de cuero si no sintéticos.
Entonces, volviendo a mi dilema de sábado por la noche: ¿qué zapatos usar? En mi caso prefiero los de marca del segundo tipo, los especiales, los más bonitos y los que me costaron pagar pero que valieron la pena son los que me acompañan a eventos, citas especiales, cumpleaños en algún restaurante o bar bonito, casa o cualquier lugar donde no estén expuestos al peligro (volver a leer lo mencionado en el párrafo anterior). ¿Si voy a gastar tanto en zapatos, los maltrataría en una noche? ¡No hay forma! Creo que así como hay que tener un guardarropa especial para el trabajo, debería haber otro para la juerga. ¿Ustedes qué opinan?