Sí, quizás me esté despidiendo del verano un poco tarde porque aparentemente empezamos el otoño hace unas semanas. No recuerdo cuándo fue la última vez que fui a la playa, creo que en
febrero, no estoy segura, de cualquier forma, me arrepiento porque, es el lugar que prefiero en todo el mundo, más que ir a un centro comercial a arrasar con todo o a Disney a divertirme como niña de 5 años. Y es que para alguien como yo, que creció frente al mar y tuvo todas las playas del norte como parque de diversiones cuando era pequeña, el sonido del mar y la sensación de la arena en los pies, es algo irresistible.
Estas imágenes son editoriales de Glamour, versión francesa, y el site
Le Figaro, las encontré deambulando por el ciberespacio. Cuando las vi, pensé inmediatamente: no me despedí del mar. Se que suena medio creepy, pero así soy chicas, a veces tengo esas fumadas extraordinarias. Y justo ahora, a puertas de Semana Santa, días de reflexión y descanso, y yo sin decidir a dónde ir.