En el segundo post de hoy quiero contarles del restaurante al que fui en primer fin de semana en
Nueva York:
Sugar Factory.
Andrea me habló de lo que tenían y dije: ¡tengo que probar! Así que fui. Y me enamoré... ¡de los tragos, claro! Todos tienen algo exótico, para ser tragos claro. ¡Dulces! Y si, no puedes terminar uno solo...¡son enormes!
Jonathan y yo compartimos....¡y con uno fue suficiente!
¿Mi recomendación del resto de la carta? La hamburguesa. ¡Buenísima! Y no, no es para compartir.
Las dejo con las fotos. Enjoy!